La responsabilidad Social en Tuboplast
La empresa Tuboplast fue fundada hace 26 años en Barranquilla, y actualmente tiene representación en todo el territorio colombiano.
Esta compañía, que se encarga de producir y brindar soluciones de empaques flexibles a sectores como el alimenticio, agrícola, publicitario, industrial y agroquímicos, tiene su principal foco de exportación hacia Centroamérica.
Además de ofrecer un servicio integral y oportuno, esta organización se ha comprometido con labores encaminadas a aportar en el crecimiento de la sociedad, especialmente el de sus empleados, implementando modelos para ayudar a sus colaboradores a cumplir sus metas y sueños.
“Nos enfocamos en brindar subsidios para viviendas y remodelación a nuestros trabajadores; también para aquellos que quieran estudiar o para que sus hijos lo hagan. De igual forma damos un incentivo para la compra de computadores”, manifiesta John Becerra, Gerente Operativo de Tuboplast.
Para el fortalecimiento de los lazos entre madres e hijas, los sábados realizan talleres de maquillaje y elaboración de artesanías, entre otras actividades lúdicas.
Además, Tuboplast apoya a otras entidades dentro de su programa de responsabilidad social. “Actualmente apoyamos a siete fundaciones de todo tipo, a hogares de paso, asilos, a los seminaristas y a todas las entidades que podamos impactar de manera positiva con nuestro aporte”, agrega Becerra.
Empleo Inclusivo
Su programa más admirable empezó hace aproximadamente tres años, con la iniciativa de dar empleo a personas con discapacidad auditiva y hacerlas parte de su familia. La idea nació por un proyecto interno que hicieron junto al SENA, para contratar a practicantes del programa Técnico en Impresión Offset. Al solicitar sus hojas de vida, la institución ofreció a la empresa a un grupo de personas con discapacidad auditiva. “Iniciamos con dos, y nos fue tan bien que contratamos a cinco”, añade el Gerente Operativo.
Dentro de la planta ya se encuentran 15 personas de este grupo, y se espera que la cifra aumente a 20 en corto plazo.
Becerra asegura que tenerlos como parte del equipo ha propiciado un buen ambiente de trabajo y a la vez una gran satisfacción para todos, al poder brindarles una oportunidad de crecimiento a personas a las que muchos les cierran las puertas, demostrando que las únicas limitaciones son mentales.
Un cambio de lenguaje
La llegada de estas personas generó también nuevos retos, por lo cual la organización decidió iniciar un proceso de entrenamiento, en conjunto con el Centro de Oportunidades de la Alcaldía de Barranquilla, para que todo el equipo aprendiera el lenguaje de señas, con el fin de garantizar una buena comunicación con sus nuevos integrantes.
“La comunicación entre los empleados ha sido muy sencilla, gracias a las intensivas jornadas de formación y una buena aceptación del proyecto por parte de nuestra gente. Todos han colaborado para que sus nuevos compañeros se adapten rápidamente”, añade Becerra.
Para facilitar el trabajo se han adecuado algunas máquinas cambiándoles las alarmas auditivas por unas alarmas visuales, que son unas sirenas que con la luz indican un cambio de la función a ejecutar. Nunca antes se había vivido este proceso en la compañía, sin embargo, todo ha fluido de manera muy positiva, razón por la que las más de 205 personas que trabajan en Tuboplast están muy contentas.
El empresario hace un llamado a todas las instituciones de educación para que capaciten cada vez más a estas personas, ya que tienen las habilidades para desarrollarse en áreas relacionadas con control de calidad, procesos industriales, ingeniería industrial y manipulación de alimentos, entre otros. Este modelo al que Becerra llama ‘Educación con pertenencia’ es una propuesta para que las instituciones formen a las personas de acuerdo a las necesidades del mercado laboral.
Tuboplast y el Puerto de Barranquilla
Para esta compañía, el Puerto de Barranquilla ha sido un gran aliado ya que se encarga de todo su proceso de importación de materias primas, descargue de contenedores vía marítima, vaciados, almacenamiento, cargue a camión y transporte. Asimismo, a través de la terminal exportan su producto terminado, en contenedores.
“El Puerto es un aliado estratégico que nos brinda un excelente servicio con precios competitivos, y nos ayuda a poder desarrollar muy bien nuestra actividad económica”, concluye John Becerra.
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